Esta historia tiene su origen hace algún tiempo, cuando aún no habíamos acabado el curso. Realmente no podría decir dónde se inicia esta historia, pues está claro que todos los pasos que dimos en nuestra existencia nos condujeron a ella.
Queríamos (Poorpooland, JP y yo) encontrar un piso en Sevilla, tarea que nos pudo costar más de un disgusto. Ahora ya estamos tranquilos, en uno de los mejores sitios en los que se podría estar. Pero para llegar aquí tuvimos que pasar por varias situaciones incómodas: Hay algunos detalles algo escabrosos, pero resumiendo diré que estuvimos a punto de, en nuestra absoluta ingenuidad, alquilar un piso mugriento.
La cosa es que estábamos en julio, prácticamente tirados en la calle, con la perspectiva de un caluroso verano en Sevilla buscando piso. Pero entonces. voila! una mujer se cruzó en el camino. Podría haberse cruzado unos minutos antes, o unos cuantos después. Nosotros podríamos habernos retrasado, o también podríamos habernos dado más prisa de la cuenta. Y entonces no nos habríamos encontrado.
Ciertamente, el hecho de que coincidiera en nuestro camino no era para nada decisivo. No sé que pasaría por la cabeza de aquella señora para suponer que estábamos realmente desesperados: el asunto es que acertó. Y acertó porque nos preguntó si nos interesaba un piso de tres personas (tres!). Cámara oculta o no, aún no sé a quién podría ocurrírsele gastar una broma de ese tipo. Si éramos piezas del azar, del destino o de una deidad, nunca lo sabremos.
Conseguimos el piso de esa forma, al igual que ahora escribo este artículo porque he decidido volver a escribir hoy y no antes. Porque toda la vida es una sucesión de circunstancias que nos llevan a otras, y cuando nos sorprenden o no entendemos la secuencia, decimos que fue suerte, o mal fario.
Sea lo que sea, después de tanto tiempo, vuelvo a dar un saludo desde aquí.
5 comentarios:
¡Sorprendente, tú por aquí!
La verdad es que muchas cosas en la vida ocurren por ¿casualidad? En el fondo son decenas de tiradas de dados de infinitas caras, las posibilidades son ilimitadas pero algún resultado deben dar. Ahí es cuando la gente dice: "ohhh, es el destino".
Me alegro de que tengáis piso, espero que la mugre no la generéis vosotros a medida que avance el curso. ¡Pasádlo bien!
Ya te sigo por Twitter, espero que tu reanimación 2.0 sea de verdad.
¡Saludos!
Eso, Kenneth/Tilacino, que se den de vez en cuando más coincidencias estelares que te lleven a pulsar teclas en la dirección adecuada, ya no sólo para el blog.
Y lo del piso, bueno, tú ya sabes que si no hubiese sido por todo lo que fue, lo que ahora sería no tendría nada que ver con lo que es-
Un saludo.
Lo de mi piso también fue casualidad y la verdad es que ya estaba desesperada, jejeje
Me alegro de que seamos vecinos de barrio!
Un beso!
Pues yo también lo espero David. La verdad es que la última vez que estuvimos hablando ya tenía rondando por la cabeza el volver.
Poorpooland, si no hubiese sido porque te entraron ganas de mear...
Y v.woolf, a ver cuando te veo y voy a tu piso a ver cuando te veo y voy a tu piso a ver cuando te veo...
Secuncias de sucesos que te llevan a un malfario o a la dicha... El curioso caso de Benjamin Button!!! I like it!
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