miércoles, 30 de enero de 2008

Entonces todo comienza



Dicen sus creadores que el inicio de la nueva temporada de Perdidos (Lost) es el principio del fin. El deshilar de una historia que nos la han contado y aún no sabemos de qué trata realmente. Porque, ¿qué es real y qué no lo es? Aún así los que seguimos esta serie nos subimos a ella sin saber su destino, la curiosidad nos invita a descubrir a dónde nos lleva. Como en la misma rutina, hay ocasiones en las que nos embarcamos en cosas sin saber qué nos depara el futuro. La incertidumbre de la sociedad hacia quiénes sómos, qué hacemos en este mundo, sobre el sentido que tiene todo lo que dejamos atrás, toda nuestra historia. Son aspectos que salen a relucir en la serie. Reflejos que aparecen cuando cuarenta personas tienen que asumir lo sobrenatural de haber sobrevivido a un accidente de avión gravísimo, a la vez que luchan por seguir viviendo, siguiendo adelante sin comprender por qué están vivos. Presente y pasado, ahora también futuro. Todo está relacionado. Lost viene a ser un espejo en el que nos miramos para vislumbrar las preocupaciones de nuestra sociedad.
Ahora sabemos que algunos de los pasajeros saldrán de la isla. Todo tiene su principio y su final. Igual que en la vida se nace y se acaba por morir. Pero lo que realmente importa es lo que ocurre entre ambos puntos. Asumimos el principio y el fin como una simple sucesión causa-efecto, sin preguntarnos ¿y qué más? El desarrollo es lo que cuenta, lo que verdaderamente explica el final.

El otro día un amigo me pasaba el último de los "movisodes" de Lost (videos con información adicional de la serie) antes del estreno de la 4ª temporada este jueves 31 de enero (en EE.UU). Y es increíble, para los que ya se han visto las tres temporadas lo recomiendo porque no deja indiferente y además enlaza con el primer capítulo. Aunque, aviso, dice bastantes cosas en sus apenas dos minutos de duración.







Con esto, me despido hasta no sé cuándo, suerte en los examenes.




Bye, bye

viernes, 4 de enero de 2008

¿Y ahora qué?

Apenas hemos dejado atrás el año 2007 y ya nos sentimos dentro de una nueva etapa: la que abre el 2008. Intentamos dividir la historia de nuestra sociedad y nuestra vida en partes, a pesar de que todo es continuo y nada cambia. Excepto los precios claro, que se encuentran por las nubes.
Como si de una serie de la tele se tratara, el último año dejó sin desenlace muchas incógnitas, como es el caso del paradero de Madeleine, las obras del AVE en barcelona y la liberación de los presos de las FARC. ¿Podremos conocer la respuesta este año? ¿O quizás, la falta de guiones nos deje para siempre con la intriga? Supongo que os preguntaréis de qué demonios estoy hablando. Y es que sí, en un mundo que cada vez se liga más al espectáculo, la huelga de guionistas puede afectar a la realidad más de lo que muchos creen.

¿Que qué es eso de la huelga de guionistas? Algo que también se resistía a resolverse a finales del 2007. Lo que parece ocurrir es que los guionistas de Hollywood reclaman parte de los beneficios que se cobran las productoras con los DVDs y las descargas de internet. Dentro de pocos días se va a cumplir el segundo mes de huelga, haciendo que muchas series y programas de televisión deban demorar sus capítulos. Incluso la misma ceremonia de los globos de Oro se ve amenazada al no tener guionistas que "guíen" la gala. Si esto se prolongara nos quedaríamos sin pelis americanas por una buena temporada.
¿Y qué más nos depara este año? ¿Qué frases tipo "Por qué no te callas" se repetirán en tonos de móviles y en videos-remix en youtube? Y preguntas intrascendentes, ¿quién ganará las elecciones en marzo? y lo que es más indiferente aún, ¿quién ganará en Estados Unidos? ¿Habra presidente negro? ¿Será ese del que hablaba Nostradamus? ¿Se acerca el fin del mundo, otra vez?

Que mejor forma de descubrirlo que engacharse a esta serie que es la vida, a esta nueva temporada que es el año 2008, a vivirla con intensidad y energía. Aceptemos nuestro rol de extras como si fuesemos los actores principales.

Hay que comerse el mundo este año.
Bye, bye