martes, 22 de abril de 2008

El perro cantante


Un rayo de luna consigue alcanzar el suelo a través de las hojas de los árboles. Sólo en ese pedacito iluminado de tierra, teñido de un color blanco azulado, se puede percibir unas tímidas pisadas. En la oscuridad ya se encuentra el animal que acababa de pasar. Es como un perrillo, pero con rayas oscuras sobre el lomo y una larga cola. Anda cabizbajo, sin rumbo y solitario; no parece importarle los peligros del bosque, como tampoco le importa ser observado por un dingo hambriento, dispuesto a aprovechar su desorientación para atraparlo. En un movimiento rápido, el dingo sale de su escondite y enseña sus colmillos al perrillo, a la vez que se coloca en posición de ataque. Pero antes de hacerlo, el perrillo comienza a abrir sus fauces más y más hasta que sus mandíbulas parecen haberse dislocado. El terror de esta inesperada imagen, impulsa al dingo a retirarse, caminando hacia atrás sin atreverse a quitarle el ojo a aquella pesadilla, mientras que va dejando un rastro de orina, un signo de miedo. Cuando el dingo ha desaparecido, el animal vuelve a colocar las fauces en su posición original. Pero ahora se pone a gemir, emitiendo un sonido que llega a hacerlo incluso más terrorífico que antes. Es un cántico, una triste melodía que erizaría los pelos a cualquier animal. Tristeza por algo terrible: su madre ha muerto.


Hoy ha sido el día de la Tierra

viernes, 18 de abril de 2008

Diosa de amaneceres



Si nos parásemos un momento a pensar en el mundo en el que vivimos, aparcando momentáneamente nuestros problemas cotidianos, nos daríamos cuenta de la cantidad de cosas impresionantes que están ahí, esperándonos, pero que quizás jamás veamos.

De ello forma gran parte la aurora boreal, uno de los espectáculos más bellos de la Tierra, que simplemente por las imágenes recrean otros mundos. Fruto del argumento de algunas novelas, ha servido de punto de partida para la Ciencia ficción y la Fantasía; sin embargo, actualmente no significa ningún misterio para la Ciencia. Su formación sucede cuando una eyección de masa solar, que contiene protones y electrones cargados, choca con los polos magnéticos de la Tierra; el contacto con las partículas del aire produce una energía que se proyecta ala atmósfera en forma de luz visible.

Aún así, no deja de ser un fenómeno digno de ver antes de morir, que nos demuestra una y otra vez la fuerza de la naturaleza, de lo que ya estaba ahí, mucho antes de nuestra existencia.

viernes, 11 de abril de 2008

Conde Monndy

Lo siento, en marzo no he publicado nada. Es el único mes, desde que abrí este blog, que no tiene ni una sola entrada. Por eso mismo no tengo más remedio que abandonarlo.

¡Que no! Todavía no os libráis de mí, jeje.
Simplemente ha sido un mes (vale, mes y medio) que me lo he querido tomar de descanso en el ámbito bloguero. Aunque también hay otras razones. Acabé los exámenes y, como se suele hacer cuando los terminas, los conocimientos adquiridos se desprenden a una velocidad increíble. Parece ser que en ese proceso de “reciclaje” también se me fueron unas cuantas ideas, y hasta que no las he ido recuperando una a una, no tenía ni motivación ni ganas para volver a escribir.
Además, de las pocas veces que se me ocurría algún tema interesante, llegaba a la conclusión de que lo más fácil era contárselo directamente a Poorpooland, que lo tengo viviendo a una manzana bermejilla de aquí, ya que a fin de cuentas él era el único que se lo iba a leer. De hecho él debe ser el único que esté leyendo esto. Intentaré a partir de ahora que eso no sea sólo así, aunque para eso necesitaré paciencia... y ánimos. Porque a esta oruguilla aún le queda tiempo para hacer su capullo (por Dios, no hagáis chistes fáciles) y que para ello necesita muchas hojitas verdes. Siempre me gusta rememorar aquella entrada en la explicaba el porqué de “Anatomía a una oruga” como nombre del blog, aquí lo tenéis por si os interesa. Pero si lo que de verdad os interesa es que acabe con este royo os voy a fastidiar un poquillo más con el siguiente video, un esperado video, amado por unos cuantos y odiado por muchos más; en él unas simpáticas e insoportables (jeje) “caballas” nos hacen pasar un momento insufrible.






Charlieeeeeeeeeeeeeeeeeee

Bye, bye.