Tras dos semanas de titubeo, ya parece que le voy perdiendo el miedo a eso de encender el gas de la cocina. Reconozco que hasta ahora nunca lo había hecho. Y es que, aunque parezca mentira, el salto generacional es muy importante.
Por otro lado, me considero afortunado por tener la posibilidad de encender una cocina de gas. Me veo en la charnela de dos tiempos: La peseta-el euro, el video - el DVD, el siglo XX-el XXI, el dibujo hecho a mano, o a ordenador... Supongo que toda la vida es eso: el estar entre dos tiempos. Vaya descubrimiento.
Bye!
6 comentarios:
Muy guay eso de la charnela.
Enhorabuena por lo de los fogones.
Ahora lo único que me hace falta es verte cocinándome unas ricas lentejas para terminarte de coronar como todo un amo de casa.
Por ahora tengo que acabar una tonelada más o menos de lentejas que tengo en millones de tapers. Después ya veré, como mucho a ti te preparo un colacao.
No te preocupes, a mi también me dan miedo los fogones porque nunca he tenido. Y, en general, me da miedo el fuego. Tengo un trauma de la infancia :(
¿Qué te pasó? :(
Espero que algún día podamos superarlo :)
Para vosotros el algo nuevo...para nosotras es algo anticuado! Para todo hay una primera vez... jajaja Enhorabuena! Y cuando te quemas mil veces ya no le tienes tanto miedo!
Hoy de hecho me he quemado con el aceite friendo empanadillas y aquí estoy, tan tranquilo...
Publicar un comentario