Martes a las ocho de la mañana, medio dormido y cargando con el estrés de llegar tarde a clase.
Así hoy me he topado con un pequeño ejemplo, en forma de anécdota, que puede explicar brevemente lo que quiero decir. El cómo algo supuestamente justo y bueno como la democracia puede convertirse en todo lo contrario. Pero empecemos por la anécdota.
Resulta que estoy apuntado en una academia de Física II, ya que me quiero preparar la asignatura para diciembre. Y hoy a las 8:30 de la mañana empezaba la primera clase. El autobús tardó veinte minutos en llegar y cuando llegó pasó de largo porque iba repleto de gente. Total, que llegué a las clases con un cuarto de hora de retraso. Cuando por fin llego, para dar las-clases-que-he-pagado, me encuentro con que está repleta y por poco me echan unas niñatas diciendo que allí no cabía nadie más. Gracias a la intervención del profesor-al-que-he-pagado me pude quedar. Empezamos bien.
Pero aquí no acaba la cosa. Al finalizar la clase, discutimos el asunto de los horarios de la segunda sesión de la semana, para ver a quien le venía mejor un día u otro. Las opciones eran: O el jueves a las 10:30, o el viernes a las 8:30. Que levante la mano quien prefiera el jueves. Y yo, que prefiero evitar tener que despertarme un viernes a las siete de la mañana, levanto mi brazo. Somos mayoría. Que bonito.
Pero el profesor, que se le ve persona razonable y sensata, vuelve a hacer la pregunta de otra forma. ¿A quién le es imposible venir el jueves (por cuestiones de coincidencia de horarios)? Ahí ya me callo: lo de no ir el viernes es un capricho, no una imposibilidad. Yo puedo ir tanto un día como otro, aunque obviamente la comodidad me llame más ir a uno que a otro. Mientras, los resultados dicen que hay más gente a la que le es imposible venir el jueves que el viernes. De hecho, sólo hay una chica que no puede ir los viernes.
Por tanto, aunque me fastidie, se ha quedado el día más justo (viernes). Lo que ocurrió después me hizo mucha gracia y es la razón por la que escribo esto. Una chica empezó, enfrentándose al profesor, a decir que España era una democracia, y que la mayoría había preferido (tras la primera pregunta que nos hizo) dar las clases el jueves y no el viernes. Y era verdad, la mayoría habíamos elegido esa en un acto de puro egoísmo y comodidad. Pero también hay que ser solidario y comprender la situación de los demás: No la elección más cómoda, sino la que afecte a menos gente de manera negativa. Por eso, afortunadamente, y aunque me pese, ganó la opción más justa.
Y sin extenderme mucho, voy al título del post. ¿Cuántas veces en democracia, como decía la chica esa, se daría esta situación? Aquí era un pequeño caso, pero se podría manifestar igual en casos mayores. El hecho de que por una pregunta mal formulada, con opciones poco pensadas, aún en el caso de que se obtenga mayoría, se llegue a situaciones injustas, donde haya más número de perjudicados que los que hubiese habido con otra opción.
La democracia tiene, desgraciadamente, muchas y muy malas interpretaciones. Como cada vez más puede verse, se utiliza cuando interesa y como interesa.
Bye!
5 comentarios:
Que la democracia sea justa y buena lo pones tú al principio Pedro, pero es una mentira como un camión.
"La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes." Winston Churchill
Yo he tenido (principalmente en clase) muchos casos del estilo. Cosas totalmente sin sentido alguno, pero como lo vota la mayoría de la gente pues nada.
La democracia está muy bien como algo utópico, pero no creo que realmente seamos ni lleguemos a ser una.
Es una pena, pero tampoco nos podemos resignar fácilmente. A luchar!! jeje
A ver... España es una democracia si, porque así lo establece la Constitución y nuestro sistema político responde a ella. La pregunta no es si hay democracia, es: que grado de democracia tenemos. La cosas no son blanco o negro.
Respecto a lo de utopía... aquí la única utopía que hay es la de unos políticos mentirosos y corruptos en lo que respecta a nuestra voz y a nuestros intereses.
em
Mi profesor de filosofía decía que la democracia es un mal sistema político pero quizás era el menos malo, vamos la frase que escribe Jabawaka citando a Churchill.
Si la gente no piensa con la cabeza, se mueve por egoísmo y va a su jodida bola pues pasa lo que pasa.
Soy de los que piensa que para que en un país gobierne una democracia este debe ser lo suficientemente maduro, sino este tonto ejemplo de una clase se convertiría en una crisis nacional.
¡Saludos!
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